Houston.- Cuando decides dejar tu país de origen para buscar una mejor vida, estás dejando todo atrás.
Muchos de los inmigrantes vienen a los Estados Unidos decididos a volver empezar una nueva vida deciden, para ya no ver hacia atrás, sus hijos que nacen en Norteamérica solamente se sienten parte de este país y no del país de origen de sus padres y abuelos.
Sin embargo, hay inmigrantes que, aunque son traídos a los Estados Unidos desde muy temprana edad, nunca pierden la conexión con sus raíces.
Eliana Murillo es hija de inmigrantes mexicanos y aunque la mayor parte de su vida la ha pasado aquí, desde muy chica aprendió la importancia que tiene reconectar con tus raíces.
Adolfo Murillo, el papá de Eliana, nació en Agua Negra, un pequeño pueblo de Jalisco, donde sus abuelos criaron a sus familias, unos como empresarios y otros como agricultores.
Siendo apenas un niño pequeño, Adolfo y su familia emigraron a los Estados Unidos, pero él nunca dejó de ir a México.
Todos los veranos visitaba a sus abuelos, allí fue testigo con que cariño cuidaban de sus tierras.
Murillo fue a la escuela en los Estados Unidos y recibió su título de Doctor en Optometría.
“Nos gusta pensar que mi papá es un niño pequeño que dejó su pueblito, que obtuvo su educación y consiguió todas estas cosas, pero finalmente regresó a México”, dijo la empresaria mexicoamericana.
Cuando el abuelo de Murillo estuvo a punto de fallecer, Adolfo y su esposa lo convencieron de no vender el rancho, sino de mantenerlo en la familia.
Así que acordó no venderla, esto si Adolfo podía encontrar una manera de hacer que la tierra fuera productiva.
Adolfo investigó diferentes cultivos y finalmente decidió cultivar agave, lo que nunca antes se había hecho en esta zona en particular de Los Altos de Jalisco.
Así fue como comenzó la aventura de la familia en la creación del tequila orgánico.
El comienzo
En 1992, Adolfo realizó estudios en donde se dio cuenta que combinando la ciencia que aprendió en los Estados Unidos con los métodos agrícolas que aprendió de su abuelo se podía producir un tequila orgánico que cambiaría el rumbo para siempre de su pequeño pueblo de Agua Negra.
Con la ayuda del capataz Luis Guzmán, la familia Murillo logró sembrar la primera cosecha de agaves azules tequilana weber en 1993 y nació el Tequila Alquimia.
“Este mayo será nuestro quinceavo aniversario, así que es como celebrar nuestra quinceañera, quince años de trabajo de amor y de llegar a un nuevo mercado donde sabes que nuestra gente está en todo California y Texas y, por supuesto, nos encanta compartir esto con cualquiera que le guste el tequila”, comentó Eliana Murillo.
El tequila de los Murillo ha sido galardonado con muchos reconocimientos especiales por sus esfuerzos, tanto por su producto de alta calidad como por sus métodos orgánicos.
El Dr. Adolfo Murillo ha sido reconocido como el “Pionero en Tequila Orgánico”, por los principales expertos en tequila, ya que fue el creador original del movimiento de métodos orgánicos, mientras educaba a los productores sobre sus protocolos.
Para la familia Murillo el mes de mayo no es solamente importante por celebrar su aniversario en la industria tequila, sino que también comparten el mes con el 5 de mayo una fecha donde se celebra con mucho tequila.
El cinco de mayo no es la independencia de México como muchos estadounidenses creen.
Es una festividad mexicana que celebra la victoria del ejército mexicano durante la guerra francomexicana, a la cual se le conoce también como la Batalla de Puebla que sucedió un cinco de mayo de 1862.
“Aunque nosotros vivimos en los Estados Unidos, nos sentimos tan parte de México como de la unión norteamericana, porque mi papá hizo el círculo completo porque regresó a México, a sus raíces y esto es algo que nos motiva mucho”, explicó Murillo.
La familia Murillo distribuye su tequila orgánico por todo México, California, San Antonio y próximamente tendrán una distribución en Houston.
“Pero significa mucho cuando es nuestra comunidad la que apoya nuestro negocio, es realmente especial”, finalizó Murillo.