Las creencias de cada persona son diferentes y si hablamos de la celebración de Halloween, el 31 de octubre, todos pensamos y opinamos algo diferente. Sin buscar ofender a nadie y la forma que perciben esta celebración donde la atracción son los disfraces y por supuesto los dulces, muchos creemos que no pasa de allí.
En este día o tarde, los niños tienen la ilusión de salir a las calles para ir de puerta en puerta para pedir sus dulces y golosinas, caracterizados de personajes en sus disfraces. Esto no puede tener ninguna maldad, es una actividad que para los pequeños se realiza una vez al año y que se hace sin el afán de ofender o dañar a los demás.
También puede ser una noche para entender a los demás y demostrar la tolerancia que tenemos, habemos algunos que no vemos Halloween de forma negativa, y esos que lo ven como algo que no se debe festejar, allí es donde entra el respeto mutuo, de dejar que cada quien haga lo que creen es correcto en torno a la famosa Noche de Brujas.
Según algunos medios, las raíces de Halloween no están realmente en Estados Unidos, sino en Reino Unido. Y explican que su nombre proviene de una frase inglesa «All Hallows’ Eve», lo que se traduciría como víspera de todos los santos.
Pero como todo con el paso del tiempo comienza a distorsionar y como lo mencioné al principio, no todos perciben esta celebración de la misma manera, puede que haya algunos que utilicen esta noche para hacer cosas lejos de lo que ya hablamos, que es la diversión de las familias.
Es importante también que los padres de familia que permiten a sus hijos disfrazarse y salir a pedir dulces por las calles de los vecindarios, tengan cuidado y sigan los consejos de las autoridades.
Estos van desde la forma en que se disfraza, recomendaciones para los peatones y hasta para llevar a revisar sus dulces para evitar accidentes. Ya que esa noche suceden accidentes porque muchas familias están en las calles y algunos conductores no tienen el cuidado necesario. Pero si todos ponemos de nuestra parte podemos evitar tragedias.
No podemos olvidar el cuidado bucal, que se trata de cuidar los dientes de los niños y evitar que consuman grandes cantidades de dulces en poco tiempo y se dañen la dentadura.
Vivimos en una época donde los peligros están a la orden del día y a lo mejor, en mi opinión personal, nos tenemos que cuidar más de los vivos que de los muertos, como dice el dicho popular.
Así que si usted es de las personas que por religión y creencias personales no celebra esta fecha, es justo que se le respete su posición y opinión y que no los molesten por no unirse a las actividades populares de esa noche.
Y si usted es de las personas que sí le gusta disfrazarse, asistir a las fiestas de las noches de brujas y permite a sus niños festejar esta fecha y los lleva a pedir su ‘trick or treat’, también merece todo el respeto.
Hay que promulgar el respeto entre la comunidad y disfrutar de lo que elijamos hacer en la noche de Halloween, lo importante es que todos podamos expresarnos y hacer lo que creamos que es correcto para nosotros.
¿Usted qué opina?