Lo que para muchos es una fecha oscura, para otros es una festividad llena de color, diversión y mucha dulzura, hablamos de Halloween.
Mientras algunos condenan este festejo por motivos religiosos, otros esperan religiosamente a que llegue, sobre todo los niños que esperan con ansias el día que pueden disfrazarse de sus personajes favoritos y salir a las calles de su vecindario para pedir dulces y golosinas.
Es más que nada una noche de algarabía y sonrisas, nada que tenga que ver con lo malo u oscuro, si no se hace con esa intención, por lo menos eso es lo que en mi opinión personal creo.
Los adultos prefieren celebrar en fiestas y a diferencia de otras, solo es que se ponen un disfraz e igualmente digo que no se hace con una intención negativa, es para pasar un buen rato.
Eso sí, con el paso del tiempo las cosas han cambiado y los peligros han aumentado para quienes buscan pasar una noche de diversión en Halloween.
Para los niños, existe el peligro de que los dulces contengan algún tipo de venenos u objetos que los pueden lastimar.
Así se han visto muchos casos, es por eso que las autoridades están alerta cada vez más e instan a los padres de familia a que no le den los dulces a los pequeños sin antes llevarlos a revisar para evitar cualquier incidente.
Hoy día, tenemos que pensar también en los peligros del fentanilo, cuyas píldora son muy coloridas y fácilmente se pueden confundir con dulces, además, es muy popular entre los adolescentes y jóvenes.
Antes de juzgar, tal vez tendríamos que ver de dónde viene el origen de Halloween, según varios sitios que dicen que se remonta a un antiguo festival pa- gano celebrado por los celtas hace 2,000 años llamado Samhain.
El festival, que tenía lugar en el Reino Unido, Irlanda y el noroeste de Francia, se celebraba el 1 de noviembre para conmemorar el inicio del invierno y el fin de la cosecha.
La palabra Halloween es una versión abreviada de la frase All Hallows’ Eve o All Hallows’ Evening lo que quiere decir la noche de todos los santos, en español.
Tenemos que recordar que de acuerdo al calendario católico, el 1 de noviembre es la celebración del día de Todos los Santos.
Los celtas creían que Samhain era una época en la que las almas de los muertos regresaban al mundo de los vivos para visitar sus hogares.
No queda claro exactamente cómo celebraban Samhain los antiguos celtas, debido a que no había muchos registros escritos, se dice que durante el festival se encendían hogueras en las cimas de las colinas para ahuyentar a los malos espíritus.
La tradición de usar disfraces comenzó aquí, cuando los pobladores usaban máscaras para evitar ser reconocidos por los fantasmas que se creía que estaban presentes.
Es por eso que esa tradición de los disfraces cruzó el océano y llegó hasta Estados Unidos, donde tiene un auge comercial también.
Así que, durante esta celebración no juzguemos a los que están a favor o en contra, cada quien es libre de sus creencias y el respeto es la clave.
Dejemos que los niños se diviertan y si no queremos ser partícipes tenemos esa opción y también se nos debe respetar.
Para los que sí vayan a celebrar Halloween, háganlo con mucha precaución.
¿Usted qué opina?