Texas impulsa la prohibición de productos con THC, afectando a miles de negocios y pacientes. ¿Qué implicaciones tiene para Houston?
El Senado de Texas ha aprobado el proyecto de ley SB 3, que busca prohibir todos los productos consumibles que contengan THC, incluyendo variantes como Delta-8 y Delta-9. Esta medida, impulsada por el vicegobernador Dan Patrick y el senador Charles Perry, responde a preocupaciones sobre la seguridad pública y el acceso de menores a estos productos. La legislación ahora espera la firma del gobernador Greg Abbott para convertirse en ley el 1 de septiembre de 2025.
Impacto en la industria del cáñamo en Texas
Desde la legalización del cáñamo en 2019, la industria ha experimentado un crecimiento significativo, con más de 8,500 establecimientos en todo el estado y ventas estimadas entre $3 y $8 mil millones anuales. La prohibición propuesta podría eliminar aproximadamente 50,000 empleos y afectar a numerosos negocios, especialmente en áreas urbanas como Houston.
Argumentos a favor de la prohibición
Los defensores de SB 3 argumentan que los productos con THC representan un riesgo para la salud pública, especialmente para los jóvenes. Se han reportado casos de productos con concentraciones de THC superiores al 78%, lo que ha generado preocupaciones sobre la falta de regulación y etiquetado adecuado. Además, se ha señalado que algunos establecimientos comercializan estos productos de manera atractiva para menores y operan cerca de escuelas.
Oposición y preocupaciones de la comunidad
Diversos grupos, incluyendo veteranos y defensores del uso medicinal del cannabis, han expresado su oposición a la prohibición total. Argumentan que muchos pacientes dependen de productos con THC para tratar condiciones como el dolor crónico y el PTSD. Además, señalan que una prohibición podría empujar a los consumidores hacia el mercado negro, donde los productos carecen de regulación y supervisión.
Alternativas propuestas y el futuro del cannabis en Texas
Mientras SB 3 avanza, la Cámara de Representantes de Texas considera el proyecto de ley HB 28, que propone regulaciones más estrictas en lugar de una prohibición total. Esta alternativa busca establecer límites de edad, requisitos de etiquetado y pruebas de laboratorio para garantizar la seguridad de los productos. La decisión final del gobernador Abbott será crucial para determinar el rumbo de la industria del cannabis en Texas y su impacto en ciudades como Houston.